miércoles, 5 de diciembre de 2012

Déjate seducir por el discreto encanto de Mat Bar


Mat Bar a llegado al corazón del eixample barcelonés dispuesto a dar un soplo de aire fresco a las aburridas tarde de invierno. Un bar diferente, con una muy cuidada decoración inspirada en los deportes, y un look ambientando en los años 50: aros de hula hoop, raquetas de ping pong, guantes de boxeo, trofeos... dotan al local de un encanto especial y un ambiente diferente (ni se te ocurra irte sin pasar por el baño) pero tremendamente cálido y acogedor.

Una pelota de badminton preside el Mat Bar, convirtiéndose así en protagonista absoluta de este coqueto local, que ya se ha convertido en un punto de reunión de la beautiful people que se mueve por esta zona de la ciudad. Abierto desde las 17h, el local dispone de un espacio polivalente en el que disfrutar de buena música e increíble comida hasta bien entrada la noche. Descubre su original tuck shop, pequeño quiosco con cocina, por el que salen sus ya famosas pizzetas, ensaladas y sandwiches. Tómate alguno de sus refrescantes gintonics en la zona de la entrada o en la misma barra, o disfruta de una romántica cita en el banco con mesitas "sólo para dos", mientras compartes un buen vino. 

martes, 4 de diciembre de 2012

Mercer Hotel Barcelona, un lujo en plena muralla romana



El recién inaugurado hotel Mercer Barcelona se encuentra ubicado en un antiguo palacete propiedad de una acaudalada familia de la burguesía catalana. Hoy, este edificio declarado Patrimonio Nacional, alberga 28 habitaciones distribuidas en tres plantas y todas tienen algún elemento histórico: como partes del muro de la torre, techos y vigas de madera originales de la edad media o paredes con varios siglos de antigüedad.

El Mercer cuenta también con el restaurante Mercerino, cuya cocina está a cargo del chef Josep María Massó. La muralla romana y el patio de naranjos rodean el bello espacio gastronómico, que cuenta también con coloridos frescos del siglo XIII. Asimismo cuenta también con su versión taberna, el Vermut Mercerino, al que se puede acceder directamente desde la calle. 

Para finalizar, la azotea del edificio esconde un maravilloso secreto; y es que las dos torres de vigilancia de la muralla romana coronan la terraza del hotel, con vistas a la cúpula de Santa María del Mar, la basílica de San Just i Pastor y la catedral de Barcelona. Al atardecer, esta terraza se abre a la ciudad de Barcelona, ofreciendo unas vistas únicas de los tejados de la parte más antigua del barrio gótico barcelonés, perfecta para disfrutar con una buena copa de vino. 







*Fotos: Xabier Mendiola