Hay un nuevo punto cardinal en Barcelona que brilla con fuerza. Norte es uno de esos restaurantes sin grandes pretensiones, sencillo, coqueto, con encanto, y con mucha calidad. Un lugar acogedor, inmensamente blanco, pero cálido y agradable.
Y es al frente de este pequeño gran restaurante hay tres chicos (del norte) con mucha experiencia y un muy buen saber hacer, que hacen de Norte, uno de los restaurantes más concurridos durante la semana. Una cocina tradicional pero con toques modernos, que ofrece copiosos desayunos, y comidas muy ricas, pero que cierra por las noches, salvo reservas o cenas especiales. Un entorno agradable, en el que el blanco lo inunda todo, ideal para degustar sus croquetas caseras o su ya famosa tortilla de patatas, mientras disfrutas de una buena copa de Menganito.
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