Un local con mucho encanto se esconde en las callejuelas del barrio del Borne; un espacio amplio y abierto, de ambiente informal, y muy concurrido últimamente. Un local diferente donde disfrutar de buena música, excelentes combinados y una carta muy interesante. Una comida entre amigos, una cena en buena compañía o un buen brunch dominical son algunas de las propuestas de Picnic.
Su original cocina es el epicentro de este restaurante en el que te puedes sentar en la misma barra a degustar sus mejillones ahumados en tosta de oliva, el solomillo de canguro o los famosos "tomates verdes fritos". Una carta muy variada con guiños a la cocina vegan, perfecta para acompañar con sus mojitos de fresa o sus belinis de menta y sandía.
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