La oferta gastronómica del Mandarin Oriental de Barcelona es muy amplia, pero dentro de este magnífico hotel encontramos Blanc, un remanso de paz en pleno centro de la ciudad. La decoración, en la que predomina el color blanco, se ve potenciada por la luz natural. Sus paneles ornamentales tallados evocan los paneles orientales, y proyectan dibujos de luz a través del atrio.
Durante el día el restaurante ofrece cocina catalana con toque orientales y productos frescos, piedras angulares del chef Jean Luc Figueras. Láminas de foie con higos, espardenyes con tomate, el rissoto con jabalí o el canelón de piña caramelizada con granizado de hinojo son algunos de los platos más aclamados del chef francés. De noche, el restaurante se transforma con la luz de las velas y el espacio adquiere un aire vibrante y actual con la música y los innovadores cócteles del Martini Bar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario